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Cambiar el paradigma de la gestión del agua potable

La gestión tradicional del agua potable ya no es sostenible en ningún sitio del mundo, el crecimiento de la población, el cambio climático, y el gasto excesivo de un recurso escaso nos obliga a replantearnos como gestionar el agua potable.

Intalación de reguladora de presión para gestión de agua potable

La población mundial se ha disparado continuamente durante el siglo XX, llegando al 2022 a 8.000 millones de habitantes, frente a 4.000 millones en 1974, esto trae consigo una implicancia directa a la gestión de un recurso vital para la vida humana, el agua potable.

Tal como lo ejemplifica Neil degrasse Tyson en el “Calendario Cósmico”, toda la historia que conocemos de la humanidad, si lo llevamos a un calendario, sucede el 31 de diciembre a las 11:59:46 PM, es decir en los últimos 14 segundos.

Que semejante crecimiento poblacional pudiera ocurrir, habla de la capacidad humana para proporcionar elementos esenciales como el aire limpio, el agua potable, los alimentos, y atención médica, sin embargo, durante la segunda mitad del siglo XX, también nos dimos cuenta de que los recursos del mundo no pueden continuar sosteniéndose con una tasa de crecimiento indefinidamente, al menos no usando los métodos tradicionales que nos hemos acostumbrado, nos dimos cuenta que nuestros recursos si son finitos.

La disponibilidad del agua potable ha sido, y es un factor importante que contribuye al crecimiento de la población mundial, a la hora de atender las necesidades básicas de agua potable y saneamiento.

La capacidad de captar, tratar (potabilizar) y distribuir agua potable a comunidades enteras, se erige como una de las grandes obras de ingeniería de la historia de la humanidad, sin embargo, muchos países en desarrollo todavía no tienen infraestructura de suministro de agua para proporcionar agua limpia a las personas, o suministrarlo de manera continua. En tales lugares los sistemas de agua modernos se ven impactados debido a las mismas complejidades sociales, políticas y económicas que desafían todas las posibilidades de desarrollo en estas tierras.

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Mientras algunos sectores luchan lograr un sistema con niveles básicos de suministro, otros sistemas altamente desarrollados, en países con tecnología avanzada sufren un problema insidioso que amenaza al largo plazo la sostenibilidad de los recursos hídricos, pérdidas de agua.

Cabe aclarar que no solo a los sistemas desarrollados afectan las pérdidas de agua, de hecho, suele ser el principal problema de los sistemas en vías de desarrollo.

La problemática

La mayoría de los suministradores, de agua potable, ya sea organismo público o privado, han tenido mucho éxito en el suministro de agua de alta calidad a grandes poblaciones. Sin embargo, la mayoría de estos, lo han hecho con una notable cantidad de pérdidas de agua que ocurren en la distribución.

Del 40% al 60 % del agua potabilizada se pierde, imagínate yendo al kiosco a comprarte una coca-cola de vidrio de 1.5 litros altamente helada, y cuando llegas a tu casa para saborearla, el contenido se encuentra en menos de la mitad, eso pasa con el agua potable, pero al no tener una cultura del cuidado de la misma, y formar parte del sector privilegiado al que nunca careció de agua en las canillas y por sobre todo al pagar un precio irrisorio por ella, no nos importa el derroche.

En años anteriores, el aparentemente infinito flujo de agua en un mundo en expansión constante permitió pasar por alto en gran medida a las pérdidas de agua en los sistemas de distribución. Con agua fácilmente disponible y relativamente barata, las pérdidas de agua han sido ignoradas por los servicios públicos y por las políticas públicas o se supone que es algo que siempre debe estar, nunca va a faltar en un sistema de suministro de agua. Lo cierto es que, con las demandas de poblaciones en crecimiento, el conocimiento de que nuestros recursos naturales tienen un límite, y el aumento de los costos por regulaciones y las demandas de los clientes está volviendo cada vez más grande el elefante blanco dentro de la habitación, siendo poco realista seguir ignorando las pérdidas de agua y la mala gestión.

Tras varias investigaciones minuciosas, se ha concluido que la razón de ser de varias pérdidas de agua, son debidas a error en los medidores, fugas de agua propiamente dichas o mal manejo de los datos, en realidad, éstas se basan en fallas humanas y falta de mantenimiento. 

 Las prestadoras de servicio de Agua Potable

Si bien es difícil generalizar cada empresa prestadora de servicio de manera particular, se observa que las empresas de servicio público no abordan a la pérdida de agua de manera adecuada, esto es debido a:

  • Inviabilidad política de admitir que el problema existe, y que existen fugas en el sistema de distribución de agua.
  • Falsificación del manejo de datos en cuanto al volumen producido/distribuido
  • La falta de conocimiento en el recupero del agua no facturada con una inversión inicial, que es un excelente caso de negocio con un rápido retorno de la inversión.
  • La desconfianza de cualquier persona externa a la empresa de servicios públicos que examine el sistema.
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Todos los encargados de distribución de agua potable, y los usuarios finales, ya sean industrias o residencias, deben poner en práctica el control de fugas de agua potable, y la conservación de esta, independientemente del tamaño del área a servir o si vivimos solos, o si pierde poco etc.

Los esfuerzos que hacen los prestadores de servicio a lo largo y ancho del país, y del continente, varían ampliamente, de no hacer absolutamente nada, a lograr buenas prácticas en la reducción de fugas.

Desafortunadamente la mayor parte de la industria del agua en el País, y en muchas partes del mundo otorgan a las pérdidas de agua solo una prioridad secundaria, dado que el verdadero impacto económico y social de las pérdidas de agua aún no ha sido percibido por los responsables políticos que nos gobiernan. Las pérdidas de agua continúan persistiendo por falta de buenas auditorias, y la incapacidad de reducir las fugas de manera proactiva, sin esperar al reclamo de cliente para incitar al proveedor a reparar de forma reactiva las fugas de agua por falta de servicio o imagen.

 

 A nivel país (Argentina), son pocas las provincias que se toman en serio la ejecución de reducción de fugas, y otras tantas hacen incontables esfuerzos para mejorar día a día. A nivel global se han establecido metas, todos sabemos lo hay que hacer, metas integrales de eficiencia del agua, balance y conservación del agua, protección de cuencas hidrográficas, la reutilización y la no tan nueva, pero poco practicada disciplina de gestión de fugas se han ido implementando como practicas requeridas por prestadores de servicio y gobiernos, el rendimiento se supervisa y se regula.

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Este nuevo modelo de gestión del agua, de nuestros recursos, es el camino del futuro, así debe ser, sobre todo si la humanidad quiere continuar sosteniendo su crecimiento y su entorno.

Por: Ing. Mariano H. Escobar

 

Referencias: Thornton J., Sturm R., Kunkel G. – Water Loss Control

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