Oro líquido, se pierde $14.6 mil millones de dólares al año en agua potable no contabilizada
¿Cuánta agua potable estamos perdiendo?
Llega el calor con temperaturas extremas y la deficiencia en los servicios públicos se hacen notar, en un servicio de agua potable sin gestión perdemos más del 60% de agua potabilizada. Un volumen de agua que, de recuperarse, no solo representa un valor económico, sino que también accesibilidad a un servicio esencial que no está llegando a otros lugares.
Las pérdidas de agua son una constante en todo el mundo, en países desarrollados y en países de vías de desarrollo, las mismas ocurren tanto en dentro de las redes internas de usuarios finales como en las redes principales de distribución de los proveedores de servicio.
Las pérdidas de agua se clasifican en dos, por un lado, las pérdidas que se encuentran en las cañerías, uniones, juntas, cisternas y tanques, o las que se dan por desborde de los reservorios o desagües indebidamente abiertos, éstas se llaman pérdidas reales.
Por otro lado, están las pérdidas donde no se pierde agua físicamente, pero que no genera ingresos económicos, debido a imprecisiones relacionadas con la medición de consumo del cliente, bajo registro de medidores, errores u omisiones en el manejo de datos de consumo y cualquier forma de robo o uso ilegal, éstas se denominan pérdidas aparentes.
La suma de las pérdidas reales y aparentes, más los consumos autorizados, pero no facturados, se denomina ANF (Agua No Facturada), según los estándares del IWA (Interational Water Association).
El banco mundial estima que a nivel global el volumen de ANF asciende a 48.600 millones de m3/año y que el volumen de pérdidas reales que ocurren en los países en vías de desarrollo es suficiente para abastecer cuatro veces a toda la República Argentina (200 millones de personas), esto significa $14.6 mil millones de dólares al año. Un alto nivel de ANF es debido a una mala administración de la empresa de agua, que carece de gobernabilidad, autonomía, rendición de cuentas y los medios técnicos y habilidades gerenciales necesarias para brindar un servicio confiable a su población.
Otro estudio realizado por el programa de medio ambiente de la ONU estima que para el 2025, hasta dos tercios de la población mundial puede estar sujeta de moderado a alto estrés hídrico, esto refleja la necesidad urgente de aplicar una gestión proactiva de pérdidas de agua. Este desperdicio masivo de recursos debe ser visto como una preocupación considerable para todos los países.
¿Sabías que varias localidades del país sufren escases periódica de agua o sufren o proyectan un déficit a largo plazo? Increíblemente no existen regulaciones nacionales que rigen la cantidad de agua que el proveedor puede perder
Por: Ing. Mariano H. Escobar
Referencias: Thornton J., Sturm R., Kunkel G. – Water Loss Control
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